El vicepresidente Álvaro García Linera denunció por defraudación fiscal al empresario y líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, por la venta de acciones de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) al mexicano Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) realizado en 2005.
Con documentos en mano, la autoridad indicó que los accionistas de Soboce, del cual Doria Medina era el socio mayoritario, crearon una empresa "fantasma” en Panamá en 2005, denominada Akapana SA, para la venta del 47% de las acciones de Soboce a GCC.
Ese 47% representaba, según García Linera, 524 millones de bolivianos, del cual la ganancia era 297 millones de bolivianos. Sin embargo, los estados financieros del 2005 de CIMSA, que es la empresa que administró las acciones de Soboce, dan cuenta que las ganancias de la venta de acciones eran de 80 millones de bolivianos.
Esto, a juicio de García Linera, es una defraudación fiscal, dado que al servicio de Impuestos se reportó que la ganancia era de 80 millones de bolivianos, por lo que, denunció, se "ocultó" 217 millones. Precisó que esto provocó un daño por el no pago del Impuesto a las Utilidades de las Empresas de Soboce, el cual alcanza a 54 millones de bolivianos.